Te doy la bienvenida a mi blog
«Reflejada en la mochila para llevar la Arquitectura de José María Torres». Fotógrafo: Jesús López.
Después de más de 25 años comunicando ininterrumpidamente en Internet —en decenas de casos, para clientes, en otras ocasiones para fundaciones y asociaciones de las he formado parte, y, las menos, para algún proyecto personal, como el autoencargo «La Jular. Letras y Bits»— estreno un blog con mi propio nombre sin saber muy bien por dónde orientarlo. Es decir, sin tener claro para quiénes y por qué, asuntos imperativos para decidir qué voy a contar, cuándo y cómo.
Estoy haciendo caso a un runrún que me dice que debo hacerlo. No sé de dónde viene. Es posible que tenga que ver con haberme despedido a la francesa de «Cosas de design lover», el espacio que Marcelo Ghio, director de Experimenta, me abrió en su casa en el año del confinamiento. Fui la primera «chica» en tener columna propia en la versión digital de esta revista de diseño que seguía y sigo con fruición.
Allí publiqué «Murió de asociacionismo/ 1 de 2» (28/10/2020); «Murió de asociacionismo / 2 de 2» (16/11/2020); «Diseñar es dar poder a los demás» (19/12/2020); «A vueltas con la marca España» (30/12/2020); «Me gustan mis clientes» (27/01/2021); «¡Nosotras!» (08/04/2021); «Los pecados del diseño.1» (30/06/2021); «Los pecados del diseño. 2» (20/09/2021) y «Leer, pensar, actuar» (11/11/2021).
Nueve aportaciones donde me sentí completamente libre respecto a formato, temas a tratar y frecuencia de envío. No encontré en el equipo de Experimenta otra cosa que apoyo y paciencia para mi columna. La disfruté, la compartí y… la abandoné, como he hecho más de una vez con cosas que me dan placer. Recoloqué mis prioridades familiares, profesionales y asociativas, y dejé fuera de mi vida algo que me llenaba de orgullo y satisfacción. 🙂
No he pedido volver. Experimenta cuenta ahora con mujeres como Mane Tatulyan y Raquel Pelta, generadoras de pensamiento nuevo, intelectuales relevantes como todos los columnistas de la revista. Probablemente yo tampoco podría seguir haciendo aquellas crónicas ligeras de una amante del diseño con veleidades didácticas. Han pasado dos años y sé que estoy, estamos, en otra pantalla, que el juego se ha complicado y va más rápido. He de parar, hacer zoom in y dotar a este blog de propósito y, una vez hecho esto y no antes, diseñar el avatar.
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